domingo, 12 de julio de 2009

La Semana Política


09/07/09 “Hombres de Mayo, de Julio y Bicentenarios”

Ultimamente escuchamos con mayor frecuencia la palabra bicentenario. En estas fechas patrias y en las vísperas de cumplir 200 años de historia independiente.
Y nos remontamos 200 años atrás para resaltar figuras que se agigantan con el tiempo y con la desesperada ansiedad de encontrar algún lunar de ellos en nuestros sucesivos dirigentes.
Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, más popularmente conocido como Manuel Belgrano, y más escolarmente titulado como `el creador de nuestra bandera,´ fue sin duda mucho más que eso.
Hombre ilustrado en varios campos, con ideologías claras, no esquivó ninguna responsabilidad en el proceso de emancipación de la patria, supo ser general de guerra en condiciones muy adversas y sin ser su área de experiencia. Afrontó responsabilidades al frente de un Ejercito del Norte poco respaldado por el gobierno central de Buenos Aires, que entre su lucha de mezquindades internas (sí, ya en esa época afloraban esas conductas) se ocupaba de él cuando le pedía rendir cuentas por las derrotas padecidas y se encargaba de condecorarlo cuando ganaba sorpresivamente una batalla con un ejército harapiento y precariamente armado. Pero solo llegaban las condecoraciones, nunca los recursos.
Tuvo un trabajo febril en la Revolución de Mayo, y ya en la defensa de las Invasiones Inglesas, se puso al servicio de Liniers para tomar posiciones militares, también fue fundamental en la declaración de la Independencia en Tucumán. Durante su agitada vida nunca perdió el foco de los pilares básicos de una Nación que se pretende independiente: la educación, la economía y los recursos naturales.
Cuando fue auxiliado por otro indiscutido y verdadero prócer nacional (hace falta aclararlo? Por las dudas… el gran Don José) la salud lo encontraba bastante maltratado, y unos años después en su periplo con parte del ejercito, alcanza a llegar a Buenos Aires y allí también, poco tiempo después lo alcanza la muerte con un suspiro y casi solo con lo puesto.
Es que no son muchos los tipos que podemos poner en un billete sin ponernos colorados, sin que en el dorso se lea sangre, corrupción, odio y enriquecimiento personal lícito. Acaso son solamente dos? Podría afirmar que sí.
Será tan difícil encontrar algún gen de este grande en la actualidad ? O lo que es difícil es encontrarlo en la Política? O cómo hacer que los genes de un Belgrano atomizados en muchos luchadores honestos de la sociedad se concentren en un camino político. Esto sería una epopeya, como una de las tantas que 200 años atrás dependían de una sola persona.