31-03-09 “Las urnas bien cuidadas”
Cuando un político es despedido de la forma que fue despedido Raúl Alfonsín, nos suena a rareza. Nos suena a rareza la trascendencia de una muerte. Quiero decir, porque tanta gente se acerca a despedirlo? ¿Podría haber sido solo por el hecho de ser el primero, el primer presidente electo después de una nefasta dictadura? ¿Hubiese ocurrido esto con cualquiera que hubiere ocupado ese lugar cronológico en la historia? Puede ser que sí, pero también que no. Por suerte y desgracia una proyección de 25 años de Democracia, nos permite ver que No.
Cuando sucede esto, es que lo bueno fue sin duda más grande que lo malo. Y quiero mencionar que justamente hubo ¨lo malo¨ para no caer en la trampa común de que el tiempo y la muerte todo lo inmacula. La inoperancia de su último tramo de gobierno, para dejar un país anticipadamente, no le hizo bien al ejercicio democrático. La entrega de la reelección a Carlos Saúl mediante el pacto de Olivos, tampoco. Aunque aquí deben lavar las culpas junto al pueblo que lo votó masivamente para un segundo sultanato.
Pero no fueron fáciles los tiempos que le tocaron gobernar a Don Raúl, y el balance de un Presidente que finaliza sus días sin sospechas (ni causas) de corrupción, es un hito difícil de repetir en los gobernantes posteriores y anteriores de la Argentina. También, a pesar de la amenaza constante de los personajes siniestros del pasado que no estaban tan ¨vivitos¨ pero sí todavía coleando, no esperó para enjuiciarlos y tuvo que aguantar los intentos de saboteo de una democracia neonata.
Por este precario y liviano contraste de blancos y negros, me permito pensar que con Don Raúl ¨Las Urnas estuvieron bien cuidadas.¨
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