domingo, 14 de noviembre de 2010

K del Sur





K del Sur -27/10/10

Supongamos que la muerte es una bomba de tiempo que altera el transcurso de la vida en un instante. Es que el ser humano que aspira a tener el absoluto control sobre la naturaleza, se siente impotente ante esa fuerza extraña y repentina que en un segundo marca el final diciendo:  esta maquinita no funciona más y no tiene arreglo!. Esto es así para todos los animales, las plantas y también para los seres humanos, solo que los primeros 2 grupos nos se atormentan tratando de concluir si su existencia va más allá o se queda en ese momento para siempre.

Y como la muerte es esa  bomba de tiempo que altera el presente, el de los que se quedan, generalmente nos encuentran desconcertados y en la obligación de decir algo, y por la inmediatez del impacto son discursos atolondrados y viscerales. De esta forma se trata de asimilar la noticia como si solo tuviéramos 3 sorbos de agua para digerir 4 platos de arroz.

En una muestra más de estas atolondradas editoriales que se presentan por estos días y a riesgo de pecar de una evaluación temprana de las circunstancias, (sabemos que en historia a veces se necesitan varias décadas para tomar la distancia necesaria de los hechos, incluso a veces siglos, todavía tenemos muchas calles llamadas Roca y pocas Güemes, para dar un ejemplo), voy  a tratar de definir, en donde (creo yo) estamos parados después de la muerte del protagonista político más importante de esta década.

Las sensaciones que nos dejaron estos últimos días al menos nos marcan un punto  neurálgico en la historia argentina que sin duda figurará en nuestros futuros libros. Pero yendo al personaje, a la persona Néstor Kirchner,  toda nuestra historia ha sido personalizada y dominada por ¨patriarcados¨, como si fuésemos unos especialistas en deslindar responsabilidades colectivas para sobrecargarlas en nuestros padres protectores: San Martín, Rosas, Irigoyen, Perón, Menem y Kirchner, son ellos o el Caos, nos decimos cómodamente sin ponernos colorados. 

Y algunos esperamos que nuestros conductores de hoy sean como San Martín, Belgrano, el Che o Perón,  y yo ya me empiezo a preguntar: ¿es posible encontrar a alguno de ellos entre nosotros? ¿Es posible encontrar a un San Martín capaz de los máximos sacrificios por un sueño o un ideal, con un claro objetivo? Se imaginan a cualquiera de nosotros cruzando los Andes en mula, en camilla,  con una salud endeble y dirigiendo a un ejército? Si a las primeras líneas de fiebre nos quedamos en casa llamando a un médico y avisando al trabajo para que no cuenten con nosotros.
Se imaginan a una figura emergente como la del Che en un mar de grandes y pequeños burgueses preocupados y adoctrinados a cuidar ¨lo suyo¨ solo movilizados cuando nos tocaron el bolsillo, se imaginan que podría surgir un solo Guevara y personas decididas a seguirlo hasta el fin?

Quien podría imaginar un Belgrano hoy? Con una lucidez y adelantamiento de siglos , con la vida entregada a una causa, muriéndose después de dejarlo todo con nada más que  un reloj en la mano para pagarle a su médico, podría existir en los parámetros del éxito actuales un perdedor sin dinero y sin fama?

También me imagino difícil la existencia hoy de un Perón de los comienzos , en donde la combinación de la palabras Dignidad y Obrero se asociaron por primera vez en nuestra historia. Si él les levantó la frente para siempre, logró que también ya nunca más volvieran a agacharla. Ese camino ya está recorrido.

Y en estos tiempos Néstor K. llevó la conducción con firmeza, tozudez y autoridad ( para algunos autoritarismo) confrontando y poniendo incómodos a algunos que siempre estuvieron demasiado cómodos. Y esto incomodaba, y nos obligaba a tomar partido y también lograba juntar bajo una misma bandera Anti K a  los pensamientos más disímiles.

Entonces los tenemos a ¨K¨ (letra poco usada en nuestro idioma hasta el 2003) sin la humildad y austeridad de Belgrano, sin la grandeza de San Martín, sin la renuncia y coraje del Che, sin la obra y revolución de Perón.

Pero los tenemos también a ¨K¨,  con su aporte a esa unidad latinoamericana soñada por San Martín, con alguna idea de país como proyectaba Belgrano, con confrontaciones con poderes económicos y mediáticos que podrían haber sido los del Che (claro que con otras armas) y con pinceladas de reconstitución de la esencia peronista.

Pero si bien está claro que  ¨K¨ no es ni Perón, ni San Martín, ni Belgrano o el Che también es cierto que es un producto auténtico de nuestra sociedad,(que también engendró a otros personajes bien nefastos).

De aquí en adelante voy a lo que me parece importante reconocer y rescatar los hechos que apruebo de su gestión y como la piedra fundamental de esta conclusión tomo la evolución de aquél ¨que se vayan todos¨ a este ¨que se metan todos¨ , ese fue un paso gigantesco, yo quiero un país en el que se metan todos, en el que debatan todos, porque cuando más nos metamos todos, menos espacio se deja a la política utilizada como un arte oscura. Que alguien me jure que recuerda haber visto alguna sesión del Senado o Congreso en la época de Menem, que alguien me diga que en esa época se quedó despierto hasta las 2 de la mañana para seguir de cerca la votación de una ley.

No es mejor esta sociedad ¨despierta¨ ante los discursos y las agendas que nos marcan los medios? ¿Cuánto tiempo estuvimos comprando el Clarín de la mañana y comenzábamos el día creyéndonos informados con lo que los editores del diario habían considerado que debíamos saber por ese día? Preguntarnos desde donde nos dicen lo que nos dicen es un ejercicio sano, es un bocanada de aire fresco para la salud de la democracia.

Y nuestra parca Deuda Externa, palabra tan desgraciadamente nuestra como el Mate, el dulce de leche, la deuda extrema comandada por el voraz FMI. ¿Desde que año vivimos con la mochila de piedras que significó el FMI y sus recetas para la dependencia eterna? ¿No sintieron al menos un pequeño alivio cuando este Gobierno anunció la cancelación total de la deuda? Esa que ni nuestros tataranietos iban a poder pagar. En la postura más extrema estaba  el planteo de NO pago, porque la deuda (o parte de ella) no fue legítimamente contraída, y se podría redistribuir ese dinero entre nosotros. En el otro extremo, esta la obtención de nuevos endeudamientos para desendeudarnos de los más viejos, y en el medio está el camino que se tomó, la cancelación de deuda y la independencia de sus recetas. Aunque no sea la medida más radical, el mérito de las cuentas prolijas que permitieron este momento histórico es indiscutido.(recuerden la alineación de los 90 y el Megacanje De la Rua adonde nos llevó)

Otra pregunta, que sirve como testeo acerca de nuestra postura internacional, ¿cuántos de nosotros,  durante otros gobiernos, conocía el nombre de mas de 2 presidentes latinoamericanos? A cuántos de nosotros hoy nos es común escuchar los nombres Correa, Chávez, Lugo, Lula, Bachelet/Pineda,  Mujica o Evo. ¿Cuántas veces durante el pasado se han visitado tan asiduamente estos presidentes? Y lo mejor, cuándo se vio la presencia simultánea e inmediata de todos ellos en cuanto había alguna amenaza a la democracia en algún país? No estamos frente a la mejor Latinoamérica de las últimas décadas?, no se asemeja un poco al sueño de San Martín y Bolívar? Lo cierto es que hay muchos que todavía piensan que somos demasiado europeos para estrechar lazos con los que pisan nuestro mismo continente y que la integración latinoamericana les suena a una canción rancia de Silvio Rodríguez.

Y en términos de Derechos Humanos, más específicamente en términos de reparación histórica, alguna corriente de pensamiento sugiere que la mejor forma de ir para adelante es dar vuelta la página y esconder a nuestros muertos bajo la hoja.  Yo soy de los que piensan que a nuestros muertos hay que despertarlos, conocer sus verdades y juzgar a sus asesinos. De otra forma nunca podremos ir para adelante como Nación. También con este gobierno se bajaron del cuadro de honor a los genocidas y se reabrieron sus juicios y salimos del tiempo de los vergonzantes indultos.

Y nuestra espina territorial? Nadie como este Gobierno ha levantado la voz contra el Gobierno Inglés para reclamar en cada oportunidad que pudo, exceptuando por supuesto la aventura suicida que organizaron nuestros militares más ineptos y que le costó la vida a unos cuantos niños nuestros en Malvinas (y esto de los militares más ineptos lo digo solo hablando de lo que se supone que era su materia de dominio, un repaso por nuestra historia nos lleva a concluir que fue la única guerra que perdimos contra una gran potencia: Las dos Invasiones Inglesas, la guerra de la Independencia contra España, y los dos bloqueos a Rosas en manos de Francia e Inglaterra, en todos los casos en inferioridad de condiciones salimos victoriosos) Pero como la guerra no es el mejor camino para recuperar nuestras Islas toda oportunidad de reclamo diplomático es necesariamente aprovechable.

Y el Estado , el fortalecimiento del Estado después de la devastación de los ’90. Se critica en este punto que la reconstrucción del Estado para Kirchner fue pura acumulación de poder, supongamos que sí, que es así, pero un Estado fuerte sobrevive a las gestiones de Gobierno , claro que hay intereses que prefieren empresas fuertes y estados débiles para poder maniatarlos. Prefiero que mi destino esté en manos del Estado porque eso significa que tarde o temprano están en nuestras manos y si el problema es quien oportunamente los maneja los podemos cambiar mediante el voto.

 Y por último, a mi juicio, el termómetro más importante de todos: el reconocimiento en la voz del pueblo, el largo desfile de miles de personas para darle un adiós o una palabra de apoyo a Cristina. No lo vi solamente por la tele, lo vi en el momento de los hechos lo vi con mis ojos , lo vi cara a cara y en la cara de la gente que desfilaba. No a través de un página de ningún diario, ni en el editorial de TN, ni en el compilado de 6-7-8, lo vi yo y vi gente muy joven, mucha gente joven, gente humilde, mucha gente humilde, vi gente de clase media ,  vi artistas que asistieron de forma espontánea, no vi gente comprada, no vi gente dirigida, no vi micros en la 9 de Julio , ni en los alrededores de la plaza, claro que pudo haber casos partidarios dirigidos pero sin duda no era el denominador preponderante.

Y si tenemos la moral necesaria y sincera de reconocer que Kirchner fue Kirchner y no fue Perón, ni San Martín, también tenemos que decir que sobre nuestra historia fresca de la Democracia que Kirchner no fue Menen, ni De la Rua, ni Alfonsín (de este último que fue el primero y bailó con las más feas puedo rescatar cosas buenas y la gente le hizo un honorable reconocimiento cuando su muerte nos dejo un tiempo de reflexión, pero no me imagino un funeral sentido de Menen o De la Rúa)

Pero ahora estamos hablando sin los 20 años que lo separan a uno de la verdadera dimensión de las cosas, hablamos con riesgo a no tener la foto completa, con la foto movida por la conmoción de la noticia, con la voluntad de decir lo que necesitamos decir para saber en dónde queremos pararnos de aquí en adelante. Y también pudiendo ver esa foto con nuestros ojos y con la posibilidad torcerla un poquito para ver si hay algún brillo que nos está molestando. Esto evolucionó en la época K del Sur o Kruz del Sur para muchos, y le toca a Cristina continuar sola pero con un gran e importante apoyo popular, veremos si este apoyo va más allá de las lágrimas frescas y si la década (o los años K) será marcada como la época en donde se recupera la política  como una herramienta para un bien común.

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